Las nuevas tecnologías lo han cambiado todo, también la forma de disfrutar de una buena lectura, ahora muy habitual en dispositivos electrónicos. Sin embargo, el papel tiene ese encanto que seduce al tacto, a la vista y al oído y al que muchos no están dispuestos a renunciar. El problema es que los libros en papel ocupan, y mucho. ¿Qué hacer cuando el espacio empieza a ser un problema? Hay muchas posibilidades. Con motivo del Día Internacional del Libro, Habitissimo ofrece ideas para guardar los libros en casa.
Empezamos por lo más obvio, esas librerías en forma de mueble y tamaños muy diferentes que se pueden poner casi en cualquier sitio y que resultan muy prácticas, pero también a veces algo simples y aburridas. Son perfectas para el salón, aunque se pueden colocar en el estudio, en la habitación y también, por qué no, en el office o la cocina.
En cuanto a las estanterías, su gran ventaja es que con ellas puedes aprovechar casi cualquier hueco. Una idea muy práctica es colocar baldas voladas a lo largo de esos pasillos tan desaprovechados. Ocupan muy poco y permiten convertir esa zona de paso en una pequeña biblioteca que, sin duda, llamará mucho la atención.
Cuando la falta de espacio es un problema realmente serio, no queda más remedio que ser original y práctico. Puertas y ventanas pueden ser mucho más que elementos de paso o para dejar pasar la luz.
El espacio entre el marco de la puerta y el techo puede ser un buen lugar para poner estantes y colocar algunos libros. Pero si no es suficiente, una librería a medida que "envuelva" toda la puerta, laterales y parte superior, es una idea que se puede materializar en cualquier estancia. Además, puede ser muy decorativa, si se colocan los libros, por ejemplo, por colores.
Y en lo que respecta a las ventanas, una estantería baja con unos cojines cómodos puede convertirse no solo en un buen lugar para almacenar algunos libros, sino para disfrutar de un buen rato de lectura.
Una forma muy original de dar un nuevo aire al dormitorio, de tener siempre a mano libros para leer un rato antes de dormir y de guardarlos con discreción, es transformar el cabecero en una pequeña librería. No tiene ninguna complicación, basta con colocar una estantería a media altura con varias baldas en lugar del viejo cabecero. Lo bueno es que cambiar la decoración será tan fácil como ir renovando los libros.
Los huecos bajo escalera dan mucho juego, pero casi siempre están tapados. Si necesitas sitio para tus libros, abrirlos es una buena forma de conseguirlo sin robar espacio a ninguna estancia de la casa. Con pladur se puede transformar ese espacio en uno de los lugares preferidos de la casa si, además de estantes a medida colocas al lado un sillón cómodo. O, si lo prefieres, una mesa de estudio es otra gran idea.
Una posibilidad muy sencilla para colocar los libros en casa es, simplemente, convertirlos en objetos de decoración: un par de libros bajo la lámpara de mesa o en un cesto de mimbre o una columna de ejemplares en un rincón que parece desnudo (hay estructuras específicas para ello) son solo algunas ideas.
Como ves, hay muchas formas de integrar los libros en la decoración y colocarlos en espacios en los que tal vez no habías pensado. Conseguirás tenerlos ordenados y siempre a mano y, además, darán a tu hogar esa imagen de calidez que solo ellos pueden aportar. ¡Feliz lectura!