La era de las hipotecas megabaratas ha llegado a su fin. La escala de la inflación en los últimos meses y la guerra entre Rusia y Ucrania han acelerado la vuelta de los tipos de interés a terreno positivo, encareciendo los intereses de las hipotecas.
En términos generales, el coste de la financiación para comprar una vivienda es actualmente superior al que existía a principios de año, sobre todo para los consumidores que buscan el refugio del tipo de interés fijo en un momento de incertidumbre y para quienes tienen ya contratado un préstamo a tipo variable referenciado al euríbor.
Este indicador, que es la referencia para el 75% de las hipotecas en España, ha terminado abril con una media mensual por encima del 0% en la referencia a 12 meses, algo que no sucedía desde enero de 2016, y tras despedir 2021 muy cerca de mínimos históricos (en torno al -0,5%).
Tras el rally del euríbor, impulsado por las expectativas de subidas de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE) en los próximos meses, quienes tengan que revisar las condiciones de su préstamo próximamente, deberán hacer frente a una subida de la cuota mensual. Para una hipoteca media, el incremento será de unos 25-30 euros mensuales, y de entre 300 y 360 euros al año adicionales a lo que estaban pagando hasta ahora.
En las últimas jornadas, la tasa diaria del euríbor ya se ha situado por encima del 0,1%, lo que deja entrever más subidas a corto plazo. Muchos economistas alertan de que los repuntes podrían ser más pronunciados de lo que se esperaba hasta ahora, y que si el euríbor a medio plazo se sitúa en los alrededores del 3%, las cuotas de las hipotecas pueden subir un 50%.
Un sobrecoste que, por tanto, parece que irá a más y que tendrá consecuencias en la economía de las familias: lastrará su capacidad de pago y también mermará tanto la capacidad de consumo como de ahorro.
En el caso de nuevas contrataciones hipotecarias, en cambio, los bancos están manteniendo los tipos de interés de los préstamos variables e incluso muchos han mejorado los diferenciales, en un intento por hacer más atractivas sus ofertas. En estas últimas semanas, algunas entidades han aplicado mejoras de un 0,10%.
Donde también está aplicando cambios el sector financiero es en su gama de préstamos fijos para la compra de vivienda, aunque en este caso los movimientos son al alza. Las subidas de precios penalizarán a aquellos que vayan a firmar en los próximos meses y que quieran apostar por la seguridad que brinda el hecho de pagar la misma cantidad desde la primera hasta la última cuota.
Desde idealista/hipotecas afirman que "todos los bancos han subido precios, unos bancos han más que duplicado sus precios y otros los han subido en torno a un 50%". De media, insiste el bróker hipotecario de idealista, "podemos decir que a principios de año las hipotecas a tipo fijo se podían conseguir en el entorno del 0.80%-1% y que ahora están en el 1,50%-2%".
Según Codacons, una organización italiana que defiende los derechos de los consumidores, los Eurirs, la referencia para las hipotecas a tipo fijo, han pasado de situarse en 0,60% de enero al 1,7% en abril, mientras el tipo de interés puro se ha incrementado aproximadamente en medio punto.
Como consecuencia, los hipotecados tendrán que pagar más intereses por los préstamos para financiar la compra de una vivienda. Dejando al margen los costes que debe asumir el cliente (como la tasación del inmueble o los impuestos ligados a la operación de compraventa), el sobrecoste por la subida de los intereses se acerca a los 9.000 euros.
En este punto conviene recordar que, cuanto mayor es el plazo al que se firme un préstamo, mayores son los intereses que debe asumir el consumidor. Por tanto, el impacto de la subida de los tipos de interés es superior en las hipotecas a 30 años que a las que se firmen a 10 o 20 años.
Un escenario que dejará a los jóvenes como los grandes afectados por el incremento de los intereses, ya que son más propensos a solicitar plazos de financiación más largos que los consumidores de otras franjas de edad. Según el organismo italiano, podría producirse un freno en la concesión de hipotecas a menores de 36 años.