La gran ventaja de vender un piso por tu cuenta es, claro está, el de evitarte la comisión de la agencia inmobiliaria. También tendrás un control absoluto del proceso, pero si desconoces los pormenores del negocio inmobiliario, esto podría convertirse en una clara desventaja. Se trata, sin duda, de una opción muy interesante si no tienes ninguna prisa por vender y si crees que no te van a faltar los compradores. Pero debes saberlo a ciencia cierta, porque no es lo mismo vender en una zona con una alta afluencia de turistas que hacerlo en un pueblecito de interior, cuyas viviendas tienen una menor rentabilidad y, por tanto, menos compradores interesados en ellas.
Además, al vender entre particulares puedes cometer errores a la hora de fijar el precio (situándolo muy por debajo o por encima del precio de mercado) y meter la pata en cuestiones legales o fiscales, ya sea por falta de información o por desconocimiento del sector. Además, si no puedes dedicarte a la venta del inmueble a tiempo completo (que es lo más lógico), es muy probable que el proceso de venta se alargue en el tiempo y termines perdiendo dinero.
Concluyendo, ¿es mejor vender con o sin inmobiliaria?
Para nosotros la respuesta está clara: si cuentas con la ayuda de una agencia inmobiliaria todo te resultará mucho más fácil y tal vez puedas vender tu piso o casa con más rapidez y obteniendo un buen precio. No obstante, si tu vivienda se encuentra muy bien ubicada y crees que lo tienes muy fácil, vender por tu cuenta puede terminar siendo la opción más rentable. En realidad, todo dependerá de cuáles sean tus necesidades y preferencias a la hora de enfocar el proceso. Aun así, una cosa está clara: contar con los servicios de un agente inmobiliario te ayudará a culminar la venta más rápido y sin errores, aprovechando la experiencia que el agente inmobiliario tiene de su parte.