Comprar una vivienda no está al alcance de todos los bolsillos. La mayoría de los jóvenes que viven en las grandes ciudades acaban resignados al alquiler, ya que el mercado de la vivienda sigue sin ser accesible para ellos.
Según datos del informe ´El Sector residencial en España´, elaborado por Colliers International, en ciudades como Madrid o Barcelona se necesitaría 10 años de ahorros para poder acceder a una vivienda. Esta cifra se eleva a los 14 años en el caso de la población joven.
Y es que adquirir una vivienda supone un esfuerzo económico considerable para toda la población. Pago de impuestos, gestoría, agencia inmobiliaria y los gastos de la hipoteca son algunos de los gastos que los compradores deben asumir. A todo ello se suma el colchón económico que hay tener ahorrado para acceder a la financiación del banco, ya que, como normal general, las entidades solo prestarán el 80% del importe de la tasación de la vivienda.
No obstante, a la hora de comprar un inmueble, las barreras de entrada difieren significativamente en función de la comunidad en la que se desee comprar. No será lo mismo adquirir un inmueble en Castilla-La Mancha, donde el precio de venta por metro cuadrado es de 866 euros, según los últimos datos de idealista, que en la Comunidad de Madrid, en la que el importe se eleva hasta los 2.852 euros por metro cuadrado.
Pero, entonces, en ciudades como Madrid o Barcelona, ¿es posible comprar una vivienda con 15.000 euros de ahorro? Estas son las claves de los expertos.
Pese a que en muchas comunidades 15.000 euros de ahorro serían suficientes para dar la entrada de una vivienda, esto no ocurre en grandes ciudades en las que el precio es muy superior.
Este es el problema al que se enfrentan muchos jóvenes. Uno de los ejemplos es el caso de Marta, una ahorradora que acudió a Asesor Top 2020, el talent show de asesoramiento financiero organizado por Finect, para buscar asesoramiento y planificar la compra de una casa. Marta quiere comprarse una vivienda con unas características concretas: las principales, que se encuentre dentro de la M-30 en Madrid y que sea exterior. Para ello cuenta con 15.000 euros ahorrados que va incrementando mes a mes a través de aportaciones de 500 euros.
Con las características del piso que busca Marta, esto implicaría tener unos 50.000 euros de ahorro para poder dar la entrada de la casa. Teniendo en cuenta su ritmo de ahorro mensual, alcanzar ese importe requerirá de varios años.
Con el objetivo de acortar los plazos, Cristina Estalella Cólogan, consejera financiera en Abante Asesores y ganadora de Asesor Top 2020, propone invertir a través de un fondo de fondos moderado, que permite diversificar la inversión a nivel mundial. De esta manera, Marta obteniendo cierta rentabilidad por sus ahorros, podría incrementar su patrimonio en menor tiempo de lo previsto.
Una estrategia a medio y largo plazo es la que también propone José María Fuster Domínguez, asesor financiero en Welzia Management SGIIC S.A. Para conseguir el objetivo de la compra de vivienda, Fuster aconseja una cartera de fondos mixta agresiva en la que se depositarán las aportaciones mensuales de 500 euros, buscando un objetivo de rentabilidad del 6%. Esta estrategia se complementará con una cartera de fondos moderada con una rentabilidad estimada media del 2,3%.
Todo ello se articulará invirtiendo en productos diversificados geográficamente, sectorialmente y a nivel divisa, que permiten obtener mejor fiscalidad y mayor control sobre las fluctuaciones del dinero.
Además, otro punto importante a tener en cuenta no es solo el de la rentabilidad, sino el de saber cómo sacar partido a nuestro patrimonio y mantenerlo a lo largo del tiempo. Esta es la filosofía de Araceli de Frutos, asesora del fondo Alhaja Inversiones, que recomienda a Marta "no solo cultivar las inversiones, sino también la educación financiera".
Para ello, puesto que las personas jóvenes cuentan con muchos años por delante, de Frutos aconseja invertir en fondos ligados a un mayor riesgo, que ofrecen una mayor rentabilidad y que, en caso de pérdidas durante algún periodo, podrían recuperarse progresivamente a largo plazo. ¿Y dónde invertir para ello? En este caso, Araceli de Frutos recomienda una cartera con un fondo multiactivo complementado con otros fondos temáticos a largo plazo, entre los que se encuentran sectores como las energías renovables, la salud o las infraestructuras, que serán tendencias en los próximos años.